Por fin ya regresé a Albacete este pasado fin de semana. Al fin pude volver a verle...¡ya tengo ganas de verle otra vez! Bueno, cogí el bus de La Requenense de las tres y cuarto y llegué a Albacete a las seis. Increíblemente, ¡hacía calor! O al menos, el sol calentaba bastante. Me recogió mi madre y fui a mi sesión (no gratuita) de tortura que es la esteticien x). Después de cenar (en la que mi hermana soltó una bonita pulla sobre algo de "Preservativos Control en oferta" xDD) quedé con Noe y Sara en la Colors (una papelería de mi barrio) y con Carlos, Paco y Mateo en Vinos el Gordo, lugar al que jamás pienso volver. Dos veces que he bebido allí, dos veces que la he liado. Solo decir que tras salir de allí apenas recuerdo nada. Una noche negra, como la hemos bautizado. No solo me ocurrió a mí, sino que o algo parecido, o un pedo como una casa sacudió a casi todos los que bebimos allí esa noche. Definitivamente ese vino barato no es normal x).
El día 12, ya fue algo más normal. Carlos y yo fuimos a un restaurante donde habíamos hecho una reserva. Era un sitio pequeño y acogedor, decorado con objetos tipicamente manchegos. Al comienzo de la tarde, todo estaba un poco en tensión, sobre todo debido a los acontecimientos de la noche anterior. Pero finalmente durante la cena, la tensión desapareció y acabamos riéndonos y lo pasamos muy bien (sobre todo con el Corsé que me había regalado que no paraba de subírseme, jajaja). Después de cenar acudimos al Mestizo, donde Marta celebraba su cumpleaños. Estuvimos un rato con la gentecilla, pasando un buen rato. Sobre las dos o así, Carlos y yo nos fuimos a dar una vuelta solos y ya me acompañó a casa.
Y ya por fin puse el broche final a este movidito fin de semana.
Gracias por leerme y ¡un beso!
Juani
El día 12, ya fue algo más normal. Carlos y yo fuimos a un restaurante donde habíamos hecho una reserva. Era un sitio pequeño y acogedor, decorado con objetos tipicamente manchegos. Al comienzo de la tarde, todo estaba un poco en tensión, sobre todo debido a los acontecimientos de la noche anterior. Pero finalmente durante la cena, la tensión desapareció y acabamos riéndonos y lo pasamos muy bien (sobre todo con el Corsé que me había regalado que no paraba de subírseme, jajaja). Después de cenar acudimos al Mestizo, donde Marta celebraba su cumpleaños. Estuvimos un rato con la gentecilla, pasando un buen rato. Sobre las dos o así, Carlos y yo nos fuimos a dar una vuelta solos y ya me acompañó a casa.
Y ya por fin puse el broche final a este movidito fin de semana.
Gracias por leerme y ¡un beso!
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